Ser Sacerdotisa
"Ser sacerdotisa es un viaje de descubrimiento, un caminar continuo hacia el amor. Nuestra labor es honrar la vida y todos sus milagros a través de nuestro cotidiano, cultivando una actitud interior de curiosidad y voluntad de aprendizaje."
Al comenzar este camino, es necesario abrir el corazón, ser vulnerable y mirar hacia adentro. Sanar. Se vuelve importantísimo cuestionarnos, trabajar en la alquimia de nuestra conciencia y materializar una vida amable, luminosa y curiosa.
Primero trabajamos en afianzar una rutina espiritual disciplinada y en profunda devoción. Cada uno de nosotros se identifica con la divinidad de muchas maneras distintas, es nuestra labor encontrar nuestro ritual y hacerlo un hábito en nuestras vidas.
También debemos estudiar. Cultivar nuestra conciencia, escuchar nuestra intuición e ir abriendo nuestro propio camino hacia el despertar. Nos comprometemos a contemplar y reflexionar, a experimentar la vida desde todos nuestros sentidos, extra-sentidos y a recibir con gratitud el conocimiento adecuado de la mano de guías, maestros y nuestra propia sabiduría.
Por último, nos comprometemos a compartir estos descubrimientos con la comunidad a través de nuestra labor diaria como sacerdotisas del amor, apoyando a la comunidad a celebrar sus ritos de paso. Nuestro camino de aprendizaje y ritual está al servicio de aquellos que nos rodean. Entregamos nuestros dones en abundancia y con profundo gozo de poder ser un canal hacia la materialización del amor.
Nuestra recompensa es ser testigos del amor en miles de expresiones distintas, crear espacios sagrados y momentos llenos de magia y armonía para conectar con nuestro corazón en comunidad.
Aquí puedes ver el video donde exploro un poco más sobre este tema...
Texto por Olga Rosenberg
Directora Creativa y oficiante de ceremonias.
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